Un wearable es un pequeño dispositivo tecnológico capaz de almacenar y procesar datos que puede llevarse en el cuerpo. Los wearables están diseñados para ser accesibles y cómodos, así como para mejorar el lugar de trabajo al poner la información a disposición del usuario de forma rápida y sencilla.
Algunos ejemplos comunes de cómo se llevan los wearables son en las muñecas como relojes o joyas, alrededor del cuello de forma similar a un cordón o collar, en la cabeza del usuario, en el zapato del usuario o llevados en un bolso. Los dispositivos wearables siguen evolucionando y haciéndose más eficientes, manejables y adaptables a las necesidades cotidianas de los usuarios.
A medida que mejora la tecnología que sustenta la interacción persona-ordenador, se crean y actualizan dispositivos que se integran a la perfección en la vida de los usuarios. Algo tan común como un smartphone se considera tecnología wearable porque puede engancharse a la ropa o llevarse en un bolso. Hay tecnología que se ha incorporado a un reloj o a unas gafas para añadir información a la percepción que el usuario tiene del mundo observado mediante capacidades de realidad aumentada, reconocimiento del habla o realidad virtual (RV). Los dispositivos que controlan la salud pueden realizar un seguimiento de atributos como los patrones de sueño, el ejercicio y la frecuencia cardíaca. Algunos ejemplos populares de dispositivos wearables son el Apple Watch, Google Glass y Fitbit.
Retos de los wearables
- Peso y volumen.
- Cómo y dónde ubicar la pantalla.
- Posibles riesgos térmicos o de incendio.
- Riesgos para la seguridad y la salud.
- Pruebas de coexistencia con otros dispositivos.
Historia y evolución de los wearables
Uno de los primeros ejemplos de tecnología wearable se creó en la China del siglo XVII, cuando un inventor creó un anillo que contenía un ábaco. Durante la Primera Guerra Mundial, se montaron cámaras en palomas para captar imágenes de las tropas enemigas.
En los años setenta, aparecieron los relojes calculadora y las radios portátiles, llamadas Walkman. En la década siguiente aparecieron el primer ordenador de pulsera, un reloj para videojuegos y un ordenador que se montaba sobre los ojos del usuario. Además, en esta época se promocionó entre los consumidores el primer teléfono móvil.
Los años 90 trajeron el teléfono deportivo y algunos prototipos de dispositivos similares que se popularizarían en la década de 2000, los años en los que se inventarían y perfeccionarían muchos dispositivos wearables.
Algunos ejemplos de dispositivos wearables más modernos y populares son:
- La chaqueta Levi’s ITD Anorak, que permite incorporar al tejido el teléfono móvil, el reproductor MP3 y los auriculares, y utilizar un botón integrado en la chaqueta para alternar entre esos dispositivos.
- Auriculares Bluetooth para llamadas manos libres o escuchar música.
- El rastreador de fitness Nike+, que puede colocarse dentro de una zapatilla para hacer un seguimiento de la rutina de ejercicios del usuario.
- Bpay, un sistema de pago wearable que puede utilizarse en lugar de una tarjeta de crédito tradicional.
- El Apple Watch, un reloj inteligente que incluye la mayoría de las funciones de un ordenador o un teléfono móvil, como recibir mensajes de texto y establecer recordatorios.
- Quell, un dispositivo de control del dolor que pueden llevar los enfermos crónicos.
- Ringly, un anillo inteligente que puede conectarse a otro dispositivo, como un teléfono inteligente, y avisar al portador cada vez que tenga una notificación que comprobar.
Cómo los wearables impactan en diversas industrias
Educación: La realidad virtual y la realidad aumentada (RA) pueden utilizarse para mejorar la experiencia de los alumnos en el aula. Además, aunque controvertidos, los dispositivos wearables que controlan los datos biométricos de los estudiantes podrían proporcionar información a los educadores sobre el grado de interés que sus contenidos despiertan en los alumnos. Los estudiantes también pueden utilizar estos dispositivos para tomar apuntes y complementar su aprendizaje consultando fácilmente conceptos que no tengan claros.
Sanidad: Los wearables pueden ayudar a los profesionales sanitarios a ofrecer una atención y una gestión del paciente mejores y más eficientes. Por ejemplo, un sensor que pueda ser ingerido por un paciente podría controlar si sigue o no su régimen de pastillas prescritas. Además, los rastreadores wearables de fitness y nutrición pueden ayudar a los pacientes a mejorar su salud mediante cambios en su estilo de vida.
Militar: El uso de wearables en el ejército ha crecido para aplicaciones como la vigilancia, el seguimiento de la ubicación y la reparación de equipos. Por ejemplo, los relojes inteligentes que pueden proporcionar información GPS o mecánica o los dispositivos de seguimiento biométrico pueden ayudar al personal militar a completar tareas de forma más eficiente.
Vigilancia policial: Los miembros de la policía están obligados a llevar cámaras corporales enganchadas a la ropa o integradas en el casco para recoger pruebas de actividades delictivas y disuadir de las violaciones de los derechos humanos o la brutalidad.
En otras industrias, los consumidores pueden utilizar wearables para agilizar sus tareas personales y completar su carga de trabajo diaria. Los wearables que incorporan tecnología de memoria aumentada pueden ayudar a los usuarios individuales a realizar un seguimiento de muchos detalles o configurar recordatorios.
Accesibilidad de los wearables
Los wearables tienen muchos usos accesibles. Para las personas ciegas, los relojes braille o las gafas inteligentes que interpretan la información visual en datos sonoros pueden ayudar en las tareas cotidianas. Las camisetas con sonido y las pulseras vibratorias permiten a las personas sordas disfrutar de la música a través de vibraciones. Las personas con dificultades para comunicarse pueden llevar traductores portátiles que les dan independencia y mejoran su vida cotidiana.